Diez recomendaciones para luchar contra la brecha digital generacional
La Cátedra de Brecha Digital Generacional lleva a cabo actividades encaminadas a ampliar los conocimientos sobre las causas, consecuencias y soluciones de la brecha digital entre los distintos grupos de edad.
Durante el año 2023, se propuso reforzar las actividades de transferencia tras el trabajo realizado durante los últimos tres años orientado a obtener un diagnóstico de la situación en la Comunidad Valenciana. Este diagnóstico se basa en tres estudios que profundizan en las brechas digitales en función de la edad desde una aproximación tanto cuantitativa como cualitativa.
Una de las vías para lograr nuestro propósito fue la elaboración de una herramienta de evaluación de competencias mediáticas y digitales, a modo de instrumento de medición, orientada a adultos mayores. El objetivo era conocer la preparación de este colectivo en un conjunto de competencias previamente seleccionadas por su relevancia, según estudios realizados. De los resultados de esta actividad de investigación y transferencia se extrae información de carácter metodológico, pero también evidencias de la preparación del grupo sobre el que se realizó la prueba.
Otra actividad investigadora y de transferencia propuesta fue la convocatoria de los premios al mejor trabajo de fin de grado y al mejor trabajo de fin de máster. Dicha convocatoria se publicó en marzo, con el propósito de incentivar la investigación temprana y despertar el interés de las nuevas generaciones, es decir, tanto de futuros profesionales como de investigadores. Se trataba de poner el foco en temas relacionados con la brecha digital generacional e ir generando un banco de estudios académicos que pudieran aportar a la comprensión de este complejo fenómeno desde diferentes perspectivas.
También este año, la Cátedra organizó sus primeras jornadas o sesiones de transferencia. Se trata de una iniciativa destinada a fomentar la transmisión de conocimiento para facilitar su impacto y reforzar sus relaciones con la sociedad. De estas reuniones, emergen cuatro grupos de acciones posibles, que se unen con las derivadas de los resultados de la primera acción. Los principales temas tratados en estas mesas quedan recogidos también en la serie audiovisual.
Además, se organizaron dos seminarios en los que participaron ponentes excepcionales. Las personas invitadas expusieron temas de gran interés relacionados con la brecha digital generacional invitándonos a reflexionar y a seguir profundizando en los distintos factores involucrados en la brecha, compartiendo su conocimiento y experiencia desde diferentes ópticas. Las conferencias se grabaron y se pusieron a disposición de la sociedad en la página web de la Cátedra, por lo que recomendamos su visionado.
Estas intervenciones también verificaron y matizaron las recomendaciones que se desprenden de las otras actividades llevadas a cabo. Las acciones realizadas durante 2023 se unen a las de los otros años para ofrecernos una panorámica sobre la situación de la brecha digital generacional en la Comunidad Valenciana, centrada sobre todo en el grupo de adultos mayores, pero también recomendaciones que pueden orientar futuras actuaciones.
En breve, los resultados de todas las actividades anteriores se unen a las conclusiones de otros estudios para perfilar líneas prioritarias de actuación basadas en evidencias. Estas se pueden resumir en los siguientes diez puntos, a modo de recomendaciones:
- Comprender que, si bien el proceso de digitalización puede provocar brechas digitales de acceso, uso o utilidad entre los diferentes grupos sociales de cualquier edad, están claramente presentes en los adultos mayores. Estas brechas conducen a la exclusión social, falta de autonomía y pueden afectar a sus derechos. Para tratar de mitigar estos efectos, en el centro de este proceso debe estar la persona.
- Entender que la digitalización y la innovación tecnológica producen efectos distintos en los grupos sociales, por lo que no afectan por igual a todas las personas, incluso dentro de un mismo colectivo o grupo de edad. Existen desigualdades estructurales por otros rasgos demográficos, socioeconómicos, contextos sociales, culturales o normativos, que también ayudarían a entender c.mo se producen las brechas digitales. La casuística es diversa, por lo que se debe partir de la identificación de las necesidades, intereses o situaciones concretas de la población, para poder orientar las acciones a grupos determinados.
- Eliminar la brecha digital de primer nivel en cualquiera de sus formas. Se debe apostar por el acceso universal de calidad, dentro y fuera de los hogares. También debe garantizarse una vía alternativa al canal online, como es la presencial o telefónica, en la que se facilite la comunicación con otra persona.
- Realizar un plan de acciones de alfabetización digital y mediática eficaz con el propósito de eliminar la brecha digital de segundo nivel. Tales acciones precisan planificación, alcance, continuidad y, por ello, coordinación entre las diferentes instituciones públicas y entre estas y el tejido asociativo. Si se aspira a la eficacia, toda propuesta debe basarse en el conocimiento existente sobre competencias digitales y mediáticas, en evidencias proporcionadas por la investigación que faciliten la identificación de las necesidades de los diferentes colectivos y, como aspecto principal, deben destinarse recursos tanto para su ejecución como para su evaluación. Los resultados de los diferentes estudios de la Cátedra, junto con otros que conformarían su principal marco de referencia, apuntan a que estas acciones son completamente necesarias, tanto para los adultos mayores, como para otros colectivos.
- Prestar especial atención al diseño de las acciones de alfabetización, con el propósito de que sean útiles y significativas para las personas destinatarias. Como consideración específica dentro del plan mencionado en el anterior punto, las acciones propuestas deben estar cuidadosamente diseñadas para dar respuesta a cada colectivo. A este respecto, además de los contenidos, las experiencias previas recogidas en los informes de la Cátedra ofrecen claves que pueden ayudar en este empeño. Estas giran en torno a: el tipo de intervención (ej. cursos, programas de acompañamiento), la modalidad (ej. presencial, online), el equipamiento (ordenadores, móviles, tabletas, conexión), la persona formadora, las acciones de seguimiento y las oportunidades para mantener la comunicación o las relaciones establecidas tras la acción realizada. En este punto, también parece fundamental considerar que estas actividades pueden tener un beneficio más allá de conseguir los objetivos concretos que le otorgan sentido. Por ello, , para proponer iniciativas que atiendan las necesidades más urgentes que hayan sido detectadas, pero también para poder dar respuesta a la necesidad de socialización y comunicación. Desde este enfoque, el componente afectivo (ej. la motivación y la confianza) deberá estar presente, en cualquiera de los casos.
- En cuanto a las competencias a desarrollar, las relacionadas con la evaluación crítica de la información y la seguridad son urgentes. En materia de alfabetización digital y mediática, el desarrollo de las competencias que permitan la valoración crítica de la información que se comparte por internet, y todas aquellas relacionadas con la seguridad y protección de los datos, necesitan mayor atención, según las evidencias de los estudios de la Cátedra y por las implicaciones o riesgos de la falta de conocimiento en estos temas. Se debe dotar de instrumentos a la sociedad en general, y a los adultos mayores en particular, para que puedan hacer uso de las nuevas tecnolog.as desde el conocimiento, no solo desarrollar sus habilidades. De esta forma se podrá. disminuir el riesgo a ser engañado o estafado. Además, todo apunta a que, también, es una vía para aumentar, a su vez, la confianza.
- La tecnología debe estar al servicio de las personas. La otra gran línea de intervención radica justamente en los procesos de digitalización y en la propuesta de aplicaciones. Para ello, de nuevo, se debe poner el foco en las personas o usuario final. Así, todo desarrollo destinado a la población en general debería estar validado por las personas usuarias y, en especial, deberían incluirse siempre colectivos que tienen potencialmente más dificultades. Los sistemas basados en procesos automatizados deben ser fiables y garantizar, asimismo, la libertad de elección, aplicando principios éticos.
- Proponer innovaciones, desarrollos y diseños que faciliten el uso de las tecnologías por parte de los colectivos en situaciones de mayor vulnerabilidad o con mayores dificultades. Los diseños de las aplicaciones y páginas web deben ser sencillos e inclusivos. Los contenidos deben también orientarse a todos los grupos sociales. Además, debería hacerse un esfuerzo por buscar posibles implementaciones que faciliten la eliminación de las brechas digitales en tecnologías ya existentes o en sistemas futuros (por ejemplo, posibilidades de la inteligencia artificial).
- Con el propósito de luchar contra las brechas de segundo y tercer nivel, en particular, se debe poner el foco en todos los trámites online y, sobre todo, en aquellos derivados del proceso de digitalización de la administración pública. La administración debe con urgencia revisar todos sus “productos” teniendo en cuenta, especialmente, a aquellos colectivos en situación de desventaja. La acción debe ser coordinada. En esta línea, también pueden establecer requerimientos en sus licitaciones o en cualquier desarrollo para eliminar la brecha digital.
- Deben realizarse acciones de visibilización y sensibilización, con medición de su eficacia, que contribuyan a la eliminación de cualquier forma o manifestación de edadismo, así como contra cualquier expresión que se entrelace con el mismo, como las derivadas del sistema de género. Tales acciones de comunicación deben contribuir a hacer visibles los estereotipos sociales que producen desigualdades en función de la edad, sexo o cualquier otro rasgo o situación, con el propósito de que la población pueda identificarlos, al tiempo que deberían incidir en aquellos valores que contribuyan a su desaparición. Estas acciones pueden dirigirse a la sociedad en general, pero con propuestas orientadas a colectivos concretos (ej. funcionarios).
Todas estas consideraciones podrían estar presentes en un plan de acción que contemplara iniciativas a corto, medio y largo plazo, diseñadas por equipos de trabajo multidisciplinares. Dicho plan debería estar en continua revisión para poder ajustar tanto la fase estratégica como táctica a la evidencia. De igual forma, tendría que introducir su propia evaluación, con el propósito de ponderar los efectos o el impacto de las intervenciones que se llevaran a cabo.
En las diez recomendaciones destacadas para luchar contra las brechas digitales generacionales también subyacen los derechos y principios digitales europeos. Estas consideraciones deben armonizarse, como consecuencia, con el marco internacional, además de señalar el camino a recorrer en la materia que aquí nos ocupa y preocupa.
Con este trabajo, el equipo de la Cátedra ha querido incorporar, a las recogidas años anteriores, más voces implicadas en la brecha digital generacional. Además, se propuso llevar su mensaje un poco más lejos reforzando la transferencia, con el propósito último de seguir transmitiendo la importancia de incluir los temas aquí expuestos en las agendas mediáticas y políticas. De nuevo, la excelente respuesta obtenida despierta una gran gratitud hacia las personas participantes por compartir con nosotros su conocimiento, su experiencia e, incluso, su imagen.
Nos une el compromiso y el deseo por hacer de la sociedad digital un lugar para todos.
Natalia Papí Gálvez.
Dirección de la Cátedra de Brecha Digital Generacional.
(P.95-97)
Papí-Gálvez, N. (dir.). (2024). Investigación, transferencia y comunicación. Acciones y resultados en torno a la Brecha Digital Generacional en la Comunidad Valenciana (datos 2023). Edita Cátedra de Brecha Digital Generacional. DOI: https://doi.org/10.14198/bua.2